Recientemente me pregunto un suscriptor de mi podcast de la Historia de la Iglesia, Communio Sanctorum: La Historia de la Iglesia Cristiana, cuales eran los siete momentos o acontecimientos más importantes en la Historia de la Iglesia. Decidí que sería un buen tema para escribir en un post en el blog. Así que aquí va . . .

Reducir los principales momentos de la Historia de la Iglesia a siete es una tarea muy difícil. Esto también va a revelar el enfoque teológico personal de la persona que lo intenta. Es probablemente inevitable de que no importa que tan justo sea, voy a elegir los eventos que ayudaron a guiar el curso de la historia hacia un camino que considero importante y conecta con mi inclinación particular teológica. No obstante, trataré de dirigir un curso neutral a través de las edades para resaltar esos momentos que vieron a la Iglesia o girar en una dirección importante, o evitar que girara estando enfocada en permanecer en línea con lo que viene a ser entendido como la ortodoxia Bíblica.

Empezaré la lista en la época Post-Apostólica. Enumerados en orden por fecha, pero no importancia . . .

EL CONCILIO DE NICEA • 325 d.C.

Hubo concilios antes de Nicea, pero porque el Cristianismo estaba bajo prohibición Imperial, eran pequeños y por asuntos apresurados. Nicea fue convocado por el Emperador Constantino después de su supuesta conversión algunos años antes. Su edicto de Milán en el año 313 d.C. oficialmente puso fin a casi tres siglos de esporádica y a menudo intensa persecución. En su intento de unir su muy disperso y diverso imperio, Constantino esperaba que la nueva fe que se estaba difundiendo rápidamente, ayudaría en unificar al reino. Pero un obispo recalcitrante de Egipto llamado Arrió había creado una tormenta de controversia por querer cambiar el carácter y naturaleza de Jesús. Sus ideas fueron popular con algunos líderes de la iglesia y causo contienda el uno contra el otro empezando una disputa doctrinal. El Consejo de Nicea fue convocado por el Emperador para resolver esta cuestión.

Nicea era importante por dos razones. En primer lugar, un Emperador Romano, por primera vez en 300 años, dio sanción oficial a la Iglesia, en lugar de tratar de destruirla. Aunque Constantino no dio su opinión sobre las decisiones del Consejo, hizo convocar al Consejo, exhortó a los obispos en su trabajo y al final, dio un delicioso banquete antes de enviarlos a casa. Segundo, el Consejo trato el error de Arrió mediante el desarrollo de la primera ronda en lo que acabaría siendo un largo proceso para producir precisamente las palabras adecuadas para describir tanto la Trinidad y la naturaleza de Jesús. Declararon que Jesús, como el Hijo de Dios es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre; y que fue “de la misma sustancia” como el Padre.

EL CONCILIO DE CALCEDON • 451 d.C.

Este fue el cuarto de lo que se denomina los “Grandes Concilios Ecuménicos.”, pero por “ecuménico”, no piense que se trata de lo que viene a ser en términos modernos; un intento de unir diferentes religiones en torno a un conjunto común de valores. En los primeros siglos de la Historia de la Iglesia, “ecuménico” se refiere a los consejos que convocaron a los líderes de la iglesia de todo el mundo Cristiano. Su ecumenismo se encontraba, no en un intento de encontrar cosas para acordar, sino porque ya estaban unidos en ellos.

Calcedonia estaba situada cerca de Constantinopla, la capital Oriental del Imperio Romano. El Consejo fue llamado a finalizar un debate que se había prolongado durante varias décadas sobre exactamente cómo describir la naturaleza de Jesús. Un concilio en Éfeso, veinte años antes había sido una tragedia cuando las dos partes en el debate parecían ser mas impulsados por ambición sectaria que en la preocupación por la ortodoxia doctrinal. Calcedonia fue convocada en la esperanza de corregir la confusa consecuencia de Éfeso. El Consejo desarrollo la fórmula que en la Encarnación, Jesús era plenamente Dios y plenamente humano. Había dos naturalezas en una sola persona y estas naturalezas, la divina y la humana, no estaban mezcladas, ni estaban en conflicto.

Mientras que Calcedonia es notable por el determinar la interpretación ortodoxa de la naturaleza dual de Jesús por todos los tiempos, también es el punto en el que la Iglesia reafirmo una brecha que tuvo consecuencias duraderas. Veinte años antes en Éfeso, Nestóreo, Obispo de la Iglesia de Constantinopla, quien había perdido en el debate con Cirilo sobre cómo entender las naturalezas de Cristo, fue declarado hereje y desterrado. Es dudoso si Nestóreo abogó por lo que Cirilo le acusaba. Pero Cirilo tuvo más amigos y argumento de manera más persuasiva. Los seguidores de Nestóreo se quedaron después que su campeón fue desterrado, con la esperanza de que la tragedia de Éfeso podría revertirse en Calcedonia. Cuando esta fue reforzada, ellos siguieron a su líder al exilio. Expulsados de la Iglesia en el Oeste, ellos se fueron al Este y fundaron una larga y rica tradición de iglesias en todo el camino a través de Asia hasta China. Lamentablemente, la historia de la Iglesia Nestoriana del Oriente es ignorada en gran parte por los historiadores modernos de la Historia de la Iglesia.

LA REGLA BENEDICTINA • 540 D.C.

Mientras que el monaquismo comenzó como un movimiento popular en el Cristianismo con la vida de Antonio el Ermitaño en Egipto a mediados del tercer siglo, no fue hasta mediados del siglo 6° que fue organizado en un sistema que pudo ser reproducido en muchos lugares.

Benito de Nursia nació alrededor del año 480 d.C. y se educó en Roma. Ofendido por la desenfrenada inmoralidad que encontró allí, abandonó sus estudios para vivir como un ermitaño en una cueva a 40 millas de distancia. Su piedad impresionó a otros por lo que lo invitaron a dirigirlos en este estilo de vida en una especie de comunidad de ermitaños comunal. Pero su disciplina fue tan extrema de los que ellos podían soportar. Aprendiendo de su fracaso, Benito intentó nuevamente la formación de un nueva comunidad en Monte Cassino. Él pasó el resto de su vida en esa comunidad. Mas o menos 20 años después de la fundación del monasterio, él escribió La Regla para el monasterio. Se convirtió en la constitución para muchos otros monasterios que se convirtieron en parte de la creciente Orden Benedictina. Cada monasterio era dirigida por un Abad y debía ser autosuficiente, en lugar de depender exclusivamente de la caridad de los demás. Benito esperaba proporcionar un lugar donde los ciudadanos podían servir a Dios sirviéndose el uno al otro y crecer espiritualmente a través de una vida equilibrada de trabajo, estudio y oración.

Posteriormente surgieron movimientos monásticos tratando de actualizar la Regla Benedictina, o tratando de reformar los abusos que se desarrollaron a través del tiempo. Pero fue el trabajo de Benito que estableció un patrón claro para la vida monástica que se convirtió en una característica importante del crecimiento de la Iglesia. Durante la Edad Media, los monasterios se convirtieron en almacenes de la sabiduría y conocimiento del pasado; aprendizaje que luego fue restaurado en el Renacimiento.

EL GRAN CISMA DEL ORIENTE Y  OCCIDENTE • 1054 D.C.

Muchos estudiantes de la Historia de la Iglesia están confundidos sobre el término “El Gran Cisma”. La causa de esa confusión es que se refiere a dos eventos diferentes que historiadores han argumentando sobre a cual se refiere. La primera fue una división que se produjo en el año 1054 cuando la Iglesia Ortodoxa Oriental oficialmente se separó de la Iglesia Católica Romana Occidental. La segunda fue una disputa interna en el Catolicismo Romano sobre si el Papa debería reinar desde Francia o Italia. Desde que la primera división divide la iglesia entre dos grandes grupos que continúan hasta hoy, y la segunda fue eventualmente aclarada y sólo duró varias décadas, el título de “Gran Cisma” parece ser mejor aplicada a la ruptura de 1054.

La ruptura se produjo por la lucha de poder del Papa de la Iglesia Romana. Las iglesias de Roma y Constantinopla, habían competido entre sí por la supremacía durante años. Roma era la sede de la antigua gloria del Imperio. Constantinopla era la nueva capital, donde radicaba la sede del gobierno. Roma clamaba que merecía el primer lugar porque su líder fue el descendiente espiritual directo del Apóstol Pedro. Constantinopla respondió que su líder igualmente fue un descendiente espiritual del Apóstol, y por lo tanto de Cristo, igual que Roma. Cuando el Papa Romano envió emisarios a Constantinopla exigiendo que la iglesia honrara su autoridad universal sobre los asuntos de la iglesia, se opusieron. Constantinopla, que honraba al Papa Romano como “el primero entre iguales”, sostuvo que la iglesia debería ser guiada por un consejo de obispos en lugar de un reino autocrático de un solo hombre. Se negaron a conceder al obispo de Roma el dominio indiscutible. Por lo tanto, negando el ultimátum, los emisarios del papa excomulgaron al obispo de Constantinopla! Él respondió en de la misma manera. La ruptura entre el Oriente y el Occidente era ahora oficial.

La brecha se agrando con el paso de los años. En el momento de la cisma, las culturas y las teologías del Oriente y Occidente ya eran marcadamente divergentes. Ahora que ya no había ninguna conexión aparente, las diferencias se hicieron aún más claras. La iglesia Oriental, se desarrollo en Iglesia Ortodoxa Oriental, Griega y Rusa mientras que la Iglesia Romana Occidental se convirtió en la Iglesia Católica Romana. Relaciones entre Oriente y Occidente dependían de las actitudes de diversos lideres en Roma y Constantinopla. Permanecieron bastante amables durante el siglo XI, tanto que el emperador Oriental apeló al Oeste para ayudarles a derrotar a los Turcos Selyúcidas, quienes habían conquistado una buena parte del Medio Oriente y de Anatolia, la del cuna del Imperio Bizantino. La respuesta Occidental fue la primera de tres cruzadas. Pero la cuarta en el año 1204 d.C. termino por conquistar Constantinopla y sello la larga brecha entre el Oriente y Occidente.

PEdRO ABELARDO ESCRIBE SIC ET NON • 1122 D.C.

Mientras que los momentos sobresalientes que hemos considerado hasta ahora probablemente son familiares para aquellos que tienen un conocimiento de la Historia de la Iglesia, éste puede ser uno que no muchos conocen. Lo elegí como un momento notable debido al profundo impacto que la obra de Pedro Abelardo tuvo. Su trabajo, junto con algunos otros, fue instrumental en el desarrollo de la teología medieval conocida como Escolasticismo. El Escolasticismo produjo dos resultados de gran alcance; la Reforma, una reacción en contra de un Escolasticismo desenfrenado, y más tarde, al Liberalismo Teológico, que llevo la idea central del Escolasticismo a un final absurdo.

Como joven, Abelardo recorrió Francia aprendiendo de los maestros del día. Él hizo más que escuchar. Siendo de gran intelecto, desafió a los que encontró que tenían errores filosófico o objetivos. Eventualmente termino siendo profesor en París, donde atrajo a una multitud de estudiantes.

En un tratado titulado Sic et Non, que significa básicamente Sí y No, el hizo mas de cien preguntas de la doctrina cristiana, y entonces las respondió con citas de las Escrituras, los Padres de la Iglesia, y enseñanzas clásicas paganas. Su punto fue que había muchos frentes para discusiones y preguntas que necesitaban ser resueltas. Abelardo, dijo: “La primera clave de la sabiduría es hacer preguntas asiduas y frecuentes… Porque al dudar, llegamos a la investigación, y por la investigación, llegamos a la verdad.” Esta idea de usar la duda como combustible para la búsqueda del conocimiento era común entre los antiguos griegos, pero era territorio peligroso para los Europeos medievales. Abelardo tenia unos pocos seguidores, pero muchos más detractores alarmados por su audaz cuestionamiento de la tradición. Cuando el calor de la oposición aumentó, él decidió conveniente esconderse por un tiempo y se retiró a un monasterio.

Pero sus seguidores eventualmente lo convencieron de volver a su búsqueda de la razón como herramienta para desarrollar teología. Abelardo cayó otra vez en problemas con los conservadores religiosos, muy especialmente, el muy respetado Bernardo de Claraval que logró que Abelardo fuera calificado como un hereje y excomulgado.

Aunque él estaba fuera del camino, nadie podía detener el crecimiento de las semillas que plantó. Surgieron escuelas a través de Europa utilizando su método dialéctico de cuestionar prácticamente todos los aspectos de la teología. Un poco menos de un siglo después de su muerte, universidades florecieron en París, Orleans, y Montpellier en Francia; y a través del canal inglés en Oxford y Cambridge; y en Bolonia y Padua en Italia, todas ellas fundamentadas con las ideas que Abelardo había despertado.

Junto con las cátedras, los profesores utilizaban lo que se denomina debate. Dos o más maestros debatían un texto con el formato de preguntas y respuesta de Abelardo. Esto fue como la forma del Escolasticismo se desarrollo. Surge del largo proceso de llegar a conclusiones lógicas mediante interrogatorio, examen, y organizar información en un sistema de lógica. Los debates Escolásticos causaban a menudo muy acalorados enfrentamientos y sentimientos amargos entre los que debatían. Hubo guerras de lógica que se desarrollaron durante años entre los diferentes Eruditos, con partidarios de cada uno dando ovaciones a su héroe con silbidos y haciendo ruido con sus pies. El punto es, que los alumnos estában aprendiendo a pensar. La indiscutible aceptación de la autoridad tradicional ya no era garantizada. Ahora, las conclusiones aceptadas tenían que cuadrar con la doctrina aceptada Y la razón.

Pero lo mas que crecieron estas discusiones, más partieron del ámbito de la persona común y las preocupaciones de la vida cotidiana. La Teología solía ser el maestro de sabiduría que buscaba conectar al hombre con Dios. En el Escolasticismo, la teología se convirtió en un recreo intelectual esotérico para académicos que debatían sobre cuántos ángeles podían bailar en la cabeza de un alfiler. Los Escolásticos se convirtieron en ermitaños en sus torres de marfil con los cuales las personas comunes de la Iglesia no podían relacionarse. Esta preocupación con la teología opaca pinto a la iglesia con una reputación de que estaba desinteresada con los asuntos de su pueblo. Al campesino José no le importaba si Dios podía hacer una roca tan grande que él no podía levantar, y el sacerdote Escolástico no podía preocuparse con la necesidad de lluvia del campesino José. Resultado: el sacerdote y el pueblo vivían en dos mundos diferentes. El resultado fue la Reforma.

Luego, más tarde, los mismos Protestantes aprobaron al énfasis de Abelardo en la razón en su propia versión del Escolasticismo, que se transformó en un anti-supernaturalismo que redefinió la Ortodoxia histórica al Liberalismo Teológico.

Abelardo y su obra Sic et Non revela la consecuencias profundas de una idea. Por ello, cuento la carrera de Abelardo como un momento importante en la Historia de la Iglesia.

MARTIN LUTERO PONE SUS 95 TESIS EN WITTENBERG • 1517 D.C.

Mucho se ha escrito sobre esto y es un momento con la cual la mayoría de los lectores ya tienen una familiaridad, voy a mantener mis comentarios breves.

Lo que hace que Octubre de 1517 en Wittenberg sea de gran importancia no sólo es lo que vino después. La publicación de la tesis de Martin Lutero y la tormenta de fuego que genero fue precedida por un par de siglos de movimientos y grupos de reforma. El Movimiento Conciliar, los Hermanos de la Vida Común, la carrera del sacerdote Bohemio Juan Huss, así como un puñado de Papas Reformistas ayudo a impulsar hacia el cambio. Lutero fue capaz de lograr lo que él hizo, por estos pioneros y los primeros partidarios de la reforma. El cambio afectados por la reforma es tan dramático que es difícil calcular todo su alcance. No solo vio el surgimiento de un nuevo e importante movimiento dentro de la Cristiandad. También condujo a una notable renovación de la Iglesia Católica Romana. El Catolicismo moderno es en muchos sentidos el resultado del Concilio de Trento.

El SEGUNDO GRAN DESPERTER • 1800 D.C.

Hay varios períodos de notables avivamientos que podrían ser señalados como momentos claves en la historia. Puedo seleccionar el Segundo Gran Despertar tanto por su sorprendente comienzo como su impacto global.

Cuando la brisa de avivamiento comenzó en 1792, las cosas estaban desesperadas en la escena religiosa tanto en Europa y Estados Unidos. En las grandes universidades, que en un tiempo estaban dedicadas a la formación de ministros, ahora era difícil encontrar un solo estudiante que se identificara abiertamente como creyente. La Catedral de Notre Dame se había convertido en un Templo de la Razón, y una famosa prostituta reinaba como la diosa de la razón en su altar. Los críticos se regocijaban en la hipótesis de que la fe cristiana estaba a punto de ser lanzada fuera de los asuntos humanos. Su celebración fue prematura. Una profunda renovación esperaba en las alas.

Mientras habían pasado varias pequeñas reuniones de oración y movimientos en la década anterior al avivamiento hubo poca organización en la oración. El Despertar comenzó en diversos lugares entre predicadores relativamente desconocidos. Lento pero seguramente el avivamiento creció por toda la frontera Americana, que fue encendida por el avivamiento y su expresión efusiva en sus reuniones de campamento. Mientras que el Despertar tomo una forma diferente en Europa, no fue menos intensa e impactante.

Millones de personas fueron añadidas a las denominaciones existentes. Nuevas denominaciones nacieron al mismo tiempo. Movimientos de misiones fueron lanzadas y una transformación social fue impulsada. Los efectos del avivamiento se hicieron sentir en todo el mundo durante las siguientes décadas.

Aunque muchos más momentos y movimientos pueden ser enumerados como importantes para el curso de la Historia de la Iglesia, estos permanecen en mi mente como los más significativos.

Disfruten de su estudio en este tema fascinante.